A pesar de que el coco no sea uno de nuestros ingredientes favoritos, esta receta nos parecía tan rica que ha sido imposible resistirnos a probarla. Y como siempre hay que seguir las intuiciones . Es un postre muy rico, fácil de preparar y sobretodo ligero y fresco, muy acertado para estas primeras noches de calor.
Hacía tiempo que no preparábamos un postre para nuestras amigas y amigos veganos, así que este va dedicado a ellxs. Es una receta sin gluten, o sea apta para personas celiacas, sin lácteos, sin huevos, y además sin cocinar.
Ingredientes:
12 fresas
75g de láminas de coco
400 ml de agua
6 cucharaditas de azúcar integral de caña
2 cucharaditas rasas de agar agar
Se lavan, se secan delicadamente y se cortan 8 fresas. Se ponen en un bol con dos cucharaditas de azúcar y se guardan en la nevera. En la batidora de vaso se procesa para 1 minuto los 400ml de agua tibia y el coco, y se deja en infusión otros 5 minutos. Se ponen a calentar dos cucharadas de agua con el agar agar y el resto del azúcar, se deja hervir para un minuto revolviendo y se apaga. Se filtra la leche de coco que se ha preparado, y se añade a la gelatina, se amalgama bien y finalmente se añaden las fresas cortadas que se han puesto en la nevera. Se rellenan los moldes monoporción y se dejan enfriar por lo menos 4 horas. Con esta cantidad de ingredientes han salido 5 moldes monoporciones. Al momento de servir se desmoldan con la ayuda de la punta de un cuchillo, se ponen en el plato y se decora con las fresas que han quedado según los gustos.
Sugerencias:
En este caso para decorar hemos simplemente cortado las fresas y las hemos chafado con un tenedor haciendo una purea. Otra opción es cortarla en laminas, o dejarlas enteras. No hemos añadido azúcar a las fresas de decoración porque estaban muy maduras y ya muy dulce.
¡Irresistible!